Está a la venta “Mala sangre. Siete historias de crímenes”, una serie de crónicas escritas por siete periodistas uruguayos que abordan sendos casos policiales ocurridos en el país en los últimos años, desde el periodismo de calidad y sin caer en el sensacionalismo o la morbosidad.
La publicación de editorial Aguilar reúne los trabajos de Pablo Alfano, Javier Benech, Felipe Llambías, Eleonora Navatta, Lourdes Rodríguez, Leticia Sánchez y Fabián Werner acerca de crímenes tan diversos como el homicidio del trabajador de La Pasiva, el caso Natalia Martínez, la violencia doméstica, el primer análisis de ADN, la Superbanda o el “Bocha” Risotto.
El libro es producto de un proyecto regional impulsado originalmente por el periodista colombiano Omar Rincón y coordinado en Uruguay por el Centro de Archivos y Acceso a la Información Pública (CAinfo) y financiado por la Fundación Friedrich Ebert (FESUR). Ambas instituciones trabajan desde hace años en el país y la región en la promoción de mejores estándares de libertad de expresión y una comunicación democrática, pluralista y diversa.
El objetivo del proyecto fue desarrollar textos de calidad, investigación y reflexión periodística, para que sirvan de faro en un momento en el que la información policial se ha convertido en la manzana de la discordia de periodistas y políticos. Para que en lugar de criticar lo que se hace mal, se demuestre lo que se puede hacer bien.
“Algunas de estas historias recibieron una importante atención mediática y social. Otras pasaron desapercibidas, entre la intimidad de un hogar destruido, el submundo de las cárceles y los juzgados. Muchos de estos casos dejaron dudas, imprecisiones, preguntas sin responder. Avivaron prejuicios instalados, indujeron tentaciones sensacionalistas o simplemente generaron indiferencia social”, escribió respecto a estos trabajos el periodista Darío Klein, quien se encargó de la compilación y la edición de los textos.
“Mala Sangre es un texto escrito por siete destacados periodistas uruguayos que pretende responder a esas preguntas, aclarar las dudas, superar los prejuicios, evitar el sensacionalismo, la arbitrariedad o el clasismo, y recuperar algunos hechos del olvido y la apatía. Son siete historias de crímenes, siete episodios que revelan el lado oscuro de nuestra sociedad, una zona muchas veces desconocida, ignorada o distorsionada por los relatos habituales, que transcurre cotidianamente aunque a veces no queramos verlo”, aseguró Klein.
“Cada periodista produjo un reportaje policial con rigor profesional, apegado a principios éticos y buscando agregar información de calidad. Y lo hacen sin perder de vista la responsabilidad social de los periodistas, con un enfoque de derechos y sin discriminación”, añadió.