El Poder Ejecutivo llamó en 2009 a una licitación internacional para adjudicar una docena de salas de juego en distintos puntos del Uruguay, a la que se presentaron 15 empresas. Sin embargo, la denominada “megalicitación” se dejó sin efecto, a pesar de lo cual varios de los oferentes accedieron al negocio a través de adjudicaciones directas, según el titular de la Dirección General de Casinos Javier Chá, en una respuesta a un pedido de acceso a la información realizado para esta investigación.
Entre esas empresas adjudicatarias se encuentra Gadamix SA, una sociedad anónima encabezada por Roberto Palermo, quien además preside la red de cobranzas Abitab y la Cámara Oficial de Juegos de Azar (CAJOA).
Por otro lado, el consorcio ICM Boldt logró la concesión de dos salas, una en Rivera y otra en Salto. En la actualidad esta empresa también es el principal proveedor de máquinas de la única sala que funciona en el ámbito de la Intendencia de Montevideo, ya que además de arrendarle cien máquinas tragamonedas le provee de un software para validar los billetes y convertirlos en créditos para los slots de la sala.
Estos datos forman parte del capítulo 3 de “Los dueños del juego. El lucrativo negocio de las apuestas en Uruguay”, una investigación realizada por los periodistas Pablo Alfano y Fabián Werner con el apoyo del Centro de Archivos y Acceso a la Información Pública (Cainfo) y el patrocinio del Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) de Perú.